Esa es la primera frase que me dirigió Tommy, el marido de IngMarie, en cuanto llegamos a su casa en la noche del domingo 15 de Abril. Unos minutos después estábamos cenando y manteniendo la primera de una serie de largas y agradables conversaciones en torno a la mesa. Tommy ha sido, junto a Gilberto y de un modo en cierto sentido complementario, mi fuente de información "privilegiada" sobre Suecia. No incluyo en esta categoría a IngMarie ni a Ulla porque ellas, habiéndome enseñado muchísimo sobre este país, lo han hecho con un sesgo más profesional, como es lógico.
Tras la cena y una amena conversación, me instalo en la habitación de invitados, en la parte baja de la casa, que, por cierto, es preciosa. Deshago rápidamente mi equipaje y no tardo en dormirme. Mañana será sin duda, un día muy ajetreado.
Tras la cena y una amena conversación, me instalo en la habitación de invitados, en la parte baja de la casa, que, por cierto, es preciosa. Deshago rápidamente mi equipaje y no tardo en dormirme. Mañana será sin duda, un día muy ajetreado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario