jueves, 28 de junio de 2007

MARTES, 17 DE ABRIL: NOS VAMOS A GÖTEBORG
















Me levanto a las 6.30, me ducho y desayuno con IngMarie y Tommy en la cocina. Como hoy tenemos prisa, nos lleva Tommy en coche a Fenix. Es curioso que los suecos, con un nivel de renta claramente superior al nuestro, acostumbran tener un solo coche por familia. Es fácil adivinar la razón: se usa mucho más el transporte público, la bicicleta o, simplemente, se camina.






Una vez en Fenix, nos subimos rápidamente al autobús que nos llevará a Göteborg. Con nosotros viene Raymond, profesor de Geografía e Historia y coordinador del itinerario de Ciencias Sociales en Fenix. Su presencia será de gran ayuda, tanto por el apoyo en las actividades como por la gran cantidad de información que nos proporcionará sobre Suecia y los suecos.





Tras recoger en Jönköping a Ulla y Manuela, nos encaminamos hacia Göteborg. El camino discurre entre bosques de pinos, abetos y abedules, una enorme masa verde que parece no tener fin. Sólo de vez en cuando se ve interrumpida por algunos grupos de casitas bajas y pintadas de colores vivos.





Cuando por fin llegamos a Göteborg (la segunda ciudad de Suecia por población y actividad), aparcamos junto al puerto y comemos bocadillos con café, todo preparado por Ulla, resguardados del viento tras uno de los "barcos fósiles" que allí pueden visitarse. Alas 11.30 entramos en el Universeum, una especie de "museo vivo" dedicado a la naturaleza y a la ciencia. En él se encuentran, reproducidos en miniatura, todos los pisos de vegetación (y sus correspondientes climas) que podrían encontrarse si hiciéramos una travesía desde lo alto de los Andes hasta la selva amazónica atlántica, cinco kilómetros más abajo.Lo más espectacular de esta interesante travesía quizá sea el serpentario y el acuario con un enorme pez sierra y tiburones cruzando por encima de nuestras cabezas.





Repartidos en dos tandas, comemos en la cafetería del Universeum y a continuación nos vamos al museo de las culturas del mundo, justo al lado. Resulta que está cerrado, causa de una avería en el sistema de ventilación, pero los buenos oficios de Raymond logran que nos lo abran por unos minutos. Muy interesante lo relativo a la (triste) vida de los esclavos africanos.





La tarde es libre para pasear y eso es lo que hacemos Manuela, Ulla, Raymond y yo. Deambulamos por las calles céntricas de Göteborg, admiramos sus calles, casas y monumentos, nos dejamos embargar por la sensación de orden, sosiego y pulcritud que emana de sus formas arquitectónicas... y compramos recuerdos, como turistas guiris que, en este momento, somos.





A eso de las 18.30 cenamos en un bar con terraza cubierta de la avenida principal. Mientras estamos allí, asistimos a un curioso espectáculo: la policía antidisturbios interponiéndose entre las hinchadas del Göteborg y el Estocolmo, dos equipos de fútbol que se enfrentan en partido de la máxima rivalidad. Nos sentimos como en casa.





Hacia las 20.00 embarcamos en el bus para dirigirnos a Jönköping y después a Vaggeryd. Mañana nos espera un día muy diferente.

jueves, 14 de junio de 2007

Our trip seen from the Swedish side











The following text has been written by Alexandra Melander - a student from Fenix Kunskapscentrum who takes part in this exchange. I find it very interesting and I hope you will enjoy this original view on our trip. Thanks, Alexandra, for your diary. And thanks, Ulla, for your translation.

Del 15 al 21 de abril de 2007 recibieron 21 jóvenes de Fenix la visita de 21 jóvenes de España, provenientes del instituto IES Ramón del Valle-Inclán de Sevilla. Deberían haber llegado el sábado 14 de abril, pero por causa de un retraso del avión de Sevilla perdieron el vuelo de enlace en Madrid y así llegaron con un día entero de retraso. Tuvimos juntos una semana ajetreada, divertida y estupenda y ahora tenemos otra semana que nos hace mucha ilusión – nosotros, los de Fenix, vamos en septiembre a Sevilla a devolver la visita! Alexandra Melander, una chica del grupo de los alumnos suecos, escribe aquí y cuenta acerca de la semana (y pone a prueba a su profesora de español, que va a tratar de traducir a este idioma el estilo especial de contar que tiene Alexandra). Si se quiere leer en castellano sobre la semana, uno de los profesores españoles, Rubén Nieto, escribe un blog: vaggerydsevilla.blogspot.com. Pero aquí tenemos el relato de Alexandra:Diario de una semana española en Suecia, o algo así.

Sábado: Yo, nosotros, vosotros esperamos con ansiedad. Y fuimos de un lado a otro con la aspiradora, le dimos caza a todas las pelusas de polvo con el plumero e hicimos impecablemente las camas para vosotros, los españoles. Y entonces me llamó Frida diciendo que no iban a venir hasta mañana. Uf!Suerte. Porque en cierto modo era bueno que llegarais el domingo, y no el sábado, porque el domingo una ya estaba, como si dijéramos, lista con la limpieza, con nuevos bríos y mentalmente preparada. Como, ya sabéis, fit for fight. Pero a lo mejor no era tan agradable para vosotros, que tuvisteis que esperar en un albergue en Madrid...Pero llegasteis y allí estabais, en Suecia (hay algo especial con el aire sueco, ¿os disteis cuenta?), y fuisteis recibidos por nosotros (nosotros los nórdicos no estamos demasiados familiarizados con los besos en las mejillas) y un poco de tensión y tal vez de nerviosismo hubo también, para todos. Y el equipaje lo cargamos en el maletero (la parte trasera del coche) y nos fuimos en coche a casa, cada uno a la suya (o a la de otro).

"…Temprano el lunes por la mañana” (una canción sueca dice así).
El horario del día: escuela y fiesta de bienvenida. Así que, mientras vosotros erais presentados a Fenix y Suecia en general, nosotros discutíamos, entre otras cosas, sobre choque de culturas en nuestras clases programadas.Lunes por la noche: Una fiesta! Con una extraña comida festiva del terruño sueco (albóndigas, patatas rellenas, tortitas de patata, salchichitas, arenques, tentación de Jansson, quesada con nata y confitura...) Y después que todos estaban atiborrados, habiendo saciado el hambre y la sed, pudimos empezar con el baile. Vosotros os lanzasteis a bailar entre giro de muñecas, contoneo de caderas y repiqueteo de pies, y después tratasteis de enseñarnos la Macarena. Algunos suecos (no los voy a nombrar) empezaron luego a bailar “las pequeñas ranas ” y otros bailes suecos ridículos que casi solamente son bailados por borrachos y críos, de lo simples que son. Después continuó la fiesta, junto al lago Hjortsjön con fuego y hoguera y cantos. Titti y los españoles cantaron a voz en cuello, según pude oir.Más tarde: a casa, roncar, dormir.

Martes:Destino:A Gotemburgo (durante tres horas). (zzz! lol! zzz! Rofl!).Después de una merienda congelada al lado de la Ópera de Gotemburgo, fuimos a través del camino del agua en Universeum y luego miramos ancianos envueltos en alfombras en el museo multicultural con problemas de aire acondicionado y vimos instrumentos para la cacería de esclavos.Y luego atrevesamos Gotemburgo y nos fuimos de compras con dinero sueco.Martes por la noche: ”No sientas pena por nosotros, Gotemburgo!”, cantaba Håkan Hällström (un artista sueco que no sabe cantar) y cantamos con él, mientras Poseidón salpicaba agua sobre Gotemburgo. De nuevo en casa, caímos en cama.

Próximo día miércoles: Español! Y paseo sin guía a través de Jönköping, como una familia de patos con sus críos de paseo, a la universidad, donde vosotros tuvisteis la posibilidad de conocer la universidad sueca y el intercambio, todo en un castellano muy fluido y rafagueante (¿respiran en realidad?). By the way. We didn´t understand a shit. Palabras que pude con dificultad distinguir: asignatura, significa, dificil, diferente, Madrid, Suecia, suecos y suecas y rubio y rubia y escuela… y a lo mejor algunas más que ahora no me acuerdo. Por la noche: fiesta en casa de Elinor: Upa! Y todos bailaron como locos en la sala de estar de Elinor al compás de una canción que dice más o menos: ”Don’t you wich your girlfriend was hot like me”.

Jueves por la mañana: clases normales (yo personalmente me sentí medio muerta y me tomé mi tercer calmante) mientras vosotros os dedicasteis a las ciencias naturales. Por la tarde Ulla hizo salchichas a la parrilla y nosotros comimos y el padre de Frida invitó (a todos, varias rondas!) y dimos una caminata, leímos y respondimos las preguntas de Titti y Jenny (Qué hace Jenny en plena noche...? 1, X, 2?). Luego fuimos a diferentes casas y nos divertimos un poco, con o sin apagón, karaoke o juegos.

Viernes: día libre en la ciudad. Vosotros os fuisteis a la oficina de turismo, y todos al A6 (un centro comercial) y algunos se bañaron en la piscina. El viernes por la noche estuvimos en una fiesta y como todos saben lo que significa fiesta, no pienso aquí enrollarme en detalles. (Personalmente me encontré abajo de una mesa en la sala mirando una película americana de terror con subtítulos en español. Vaya fiesta!) Sábado por la mañana: levantarse, hacer la maleta, ir a Fenix, despedirse (a tear). Dijimos: mejor que la vez pasada, mucho, mucho mejor y estuvimos de acuerdo cuando dijisteis: I don´t want to go. And then: Hugs, hugs, hugs, all over the place! And tears were falling down eyes and cheeks. Y todos dijeron: Hasta luego!

El sonómetro de Fenix


Aprovecho el comentario que ha hecho Manuela acerca del ambiente siempre silencioso para mostraros el curioso sonómetro instalado en la cafetería del instituto. Ante un nivel demasiado alto de ruido, cambia de color. En los días que estuvimos en Fenix nunca le vimos hacerlo de manera espontánea.

En la foto podéis ver a Sandra "gritándole" al sonómetro para hacernos una demostración de su funcionamiento.

jueves, 7 de junio de 2007

NUEVOS ENCUENTROS, NUEVOS DESCUBRIMIENTOS











Tras la descripción de Fenix y su acogedor ambiente, continúo el diario de nuestras andanzas por tierras suecas.





Después del coffee break, alumnos y profesores de Fenix nos guían por los alrededores del instituto. paseamos todos juntos por un bosque al tiempo que rodeamos el lago. Cuando volvemos al instituto, nuestros anfitriones nos dividen en cinco grupos que, dirigidos por sendos colegas suecos, recorren las instalaciones de Fenix. El recorrido lo hago todo el tiempo con la boca abierta. ¡Qué maravilla de instituto!




A las doce del mediodía comemos en el comedor autoservicio del instituto, amplio, limpio y luminoso, como el resto de las instalaciones. La comida es gratis para los alumnos, pero lo más asombroso es que también son gratuitos el transporte regional (tren incluido), el acceso a instalaciones deportivas, la matrícula en la universidad, ... ¿Quén tiene algo en contra del Estado del Bienestar?




Tras la comida vamos otra vez a la mini-aula para tener un encuentro con un grupo de alumnos de una escuela secundaria de un nivel equivalente a nuestra ESO. Son unos 15 chicos y chicas de 14 a 16 años, que empiezan a estudiar español. Su profesora se llama Sandra y es argentina, de Mendoza. Organizamos grupos mixtos de alumnos sevillanos y suecos para hablar, y nos vamos a los prados que están frente a la terraza. Las chicas congenian enseguida y se enrollan a hablar todas con todas; los chicos, no tanto: es que los suecos son muy pequeños y parece que les impresiona un poco esto de hablar con nativos.




Sandra nos lleva a su instituto y después paseamos todos los seniors juntos mientras nos comemos un helado. Nos vamos a casa de Gilberto y allí tenemos una interesante conversación en el jardín, aprovechando el tiempo tan sevillano que está haciendo. Es una sensación muy agradable la que se siente teniendo una conversación entrecubanos, argentinos, españoles del sur y del norte...y suecos!...usando todos la misma lengua.




Hacia las 18.30 volvemos a Fenix para disfrutar de la fiesta de bienvenida quecon que nos obsequian. Hay padres (algunos llevan un diccionario sueco-español), algunos profesores y. por supuesto, todos los alumnos del intercambio. La bienvenida oficial corre a cargo de Anna-Karin Höjer, cuyo cargo en Fenix no entiendo bien, pero que es algo así como la directora de los programas de ciencias sociales y ciencias naturales (los que participan en el intercambio). Durante la cena mantengo con ella una larga e interesante conversación. Se la ve muy interesada en todo tipo de cuestiones relacionadas con la vida en Sevilla. Termina la fiesta y me voy con IngMarie rumbo a un merecido descanso. Ha sido un largo, intenso y fructífero día.

martes, 5 de junio de 2007

ABOUT FENIX. Key words: warm, friendly, cozy,...













Lo primero que me llama la atención al entrar en el edificio es lo acogedor del ambiente. Sí, creo que ésta es la palabra que mejor le cuadra a Fenix Kunskapscentrum: es un lugar acogedor, un espacio que invita a enseñar y aprender.¿Por qué? Intentaré explicarlo.
En primer lugar, llama la atención la pulcritud y luminosidad de los espacios comunes. Las superficies acristaladas son enormes, incluyendo parte del techo. Un amplio corredor circular rodea el espacio central, ocupado por la biblioteca. Este corredor es un territorio para el ocio, con bancos, mesas y sillas como la terraza de un café, expositores con revistas, grandes plantas de interior (¡ palmeras de verdad!) e incluso un puesto de helados.
Rodeando este corredor hay, como és lógico aulas y despachos, pero sobre todo hay "espacios de trabajo", a menudo abiertos (semitabicados o sin paredes), acristalados, con un mobiliario limpio y cuidado, y gran cantidad de ordenadores que, según supimos después, se renuevan cada cuatro años. La biblioteca, que es a la vez municipal y del instituto, está dispuesta en el centro del edificio , en dos pisos comunicados por una escalera interior. Además de albergar una extensa colección de libros, películas y documentos multimedia, comparte con el resto de las instalaciones la decoración luminosa, alegre y acogedora.
En cuanto a los alumnos, lo habitual es verlos trabajando en pequeños grupos, a veces sin profesor, hablando en voz baja y, al menos aparentemente, concentrados en sus tareas. Aquí se trabaja en torno a proyectos. Cada grupo-clase tiene sólo dos asignaturas al día, con 3 o 4 horas seguidas para cada asignatura. El profesor introduce el proyecto o problema a resolver y el alumnado se pone a trabajar en torno a dicho proyecto, de manera autónoma, hasta la puesta en común de resultados. Cada hora y media o dos horas, es frecuente hacer una pausa e ir al comedor, al corredor central o incluso a la amplia terraza exterior, que da a un lago y un enorme espacio arbolado.
¿No os parece verdaderamente acogedor?