A las 5 de la mañana ya estábamos 32 estudiantes del IES Valle-Inclán, sus padres, Constantino, Paqui Vázquez (mi compañera de este viaje) y yo en el mostrador de facturación de Iberia, dispuestos a comenzar nuestra expedición anual a las tierras escandinavas. El viaje iba a ser muy largo, y seguramente pasaríamos frío, pero el ambiente era de lo más cálido, con tantas emociones a flor de piel.
El viaje fue, efectivamente, largo, pero transcurrió sin incidentes dignos de mención. A las 15.00 llegamos al aeropuerto de Kasturp (Copenhague) y y enseguida nos montamos en el autobús, fletado por nuestros amigos de Fenix, que nos conduciría a Vaggeryd. A medida que nos aproximábamos a nuestro destino, la vista de las casitas rojas rodeadas de nieve, los ríos helados , los bosques enfundados en un manto blanco,...todo nos resultaba tan hermoso que no hacía sino aumentar nuestro nerviosismo.
Acababan de dar las 19.00 cuando llegamos a la explanada que, cubierta de nieve, se abre delante del edificio de Fenix Kunskapscentrum. No nos esperaban tan pronto, así que allí sólo estaban Gilberto y Iliana, tan simpáticos y acogedores como siempre. Poco a poco fueron llegando padres en sus coches y produciéndose encuentros cuya calidez contrastaba con el frío, por debajo de los 0ºC, que reinaba en la explanada.
Cuando ya todos los chicos se hubieron ido a sus casas suecas, Anette me llevó a la suya, en Jönköping, a unos 40 kilómetros de Vaggeryd. Cenamos Anette, su marido Peter y yo, y enseguida me fui a dormir, que ya iba siendo hora. Mañana será el primer día de nuestra estancia en Vaggeryd , y también será un día largo.
1 comentario:
¡ Me encanta que se haga un diario de esa semana tan perfecta ! Todavía hecho de menos a mis amigos suecos. Espero que Sevilla sea igual o mejor de divertido. Muchas Gracias por ir subiendo las fotos al mismo tiempo que contando la experiencia. Un saluda, Alejandro.
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