jueves, 17 de junio de 2010

SÁBADO 27 Y DOMINGO 28: NUESTRO VIAJE TOCA A SU FIN






Poco puedo decir de estos dos últimos días. El sábado era un día dedicado a estar con las familias, así que no hicimos ninguna actividad conjunta. Yo estuve con Annette, que me llevó a recorrer la orilla oriental del lago Vätten, con unos pueblos preciosos, de una belleza realzada por la tenue luz de una mañana muy nublada. Por la tarde nos reunimos todos los profesores y familiares en una cena de despedida... provisional, hasta el próximo encuentro.
Y el domingo por la mañana, en Fenix, la gran despedida. Inenarrable. Parecía que nunca íbamos a salir de allí. Tras una hora (no exagero) de abrazos y lágrimas, montamos en el autobús que nos llevaría a Copenhague, y de allí a Madrid y Sevilla. Hacia las 22.00 ya estábamos en nuestra ciudad, todos excepto un par de maletas (¡Ay, Reyes y Pilar!) que llegaron al día siguiente.
Las emociones desbordadas en la despedida son la mejor prueba de que el viaje mereció la pena. Ahora nos espera la segunda parte: la llegada de nuestros amigos suecos a fines de Septiembre. El tiempo vuela.

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