martes, 28 de agosto de 2007

UNA JORNADA ACCIDENTADA CON SORPRESA FINAL






















Me levanto a las 6.10, desayuno con IngMarie -Tommy ya se ha ido al trabajo- y nos vamos a Fenix caminando bajo la lluvia. En realidad, hoy es el primer día en que el cielo está completamente cubierto y llueve con cierta intensidad. Lástima que sea justamente la jornada en que nuestros anfitriones han programado actividades al aire libre.






A las 8.15, hora de comienzo de las clases, repetimos en el mini-aula la presentación de nuestro instituto, de Sevilla y de nuestros trabajos de Ecología. Esta vez el público es diferente: alumnos del itinerario de Ciencias Naturales y algunos profesores. Observo a nuestro alumnado más cansado y despistadillo. A medida que pasan los días, la intensidad del programa oficial (¡y no digamos la del extraoficial!) van haciendo mella en la entereza de nuestros cuerpos y espíritus. No importa: estamos muy satisfechos y ya habrá tiempo de descansar.






Después del coffee break, cambio de papeles. Ahora nos toca atender a su presentación, que consiste en un estudio comparativo del medio natural en Vaggeryd y Sevilla. Está muy bien hecha, y los muchos alumnos suecos que participan en la exposición hablan inglés estupendamente, con un acento precioso y una fluidez envidiable.






Antes de comer, un periodista de un diario de Jönköping fotografía y entrevista a nuestros chicos. Al principio, estos responden torpemente (Yes, I like, y cosas por el estilo), pero al final algunos se lanzan a hablar con algo más de aplomo, y la cosa no queda mal.












Después de comer, es decir, a las 13.00, deberíamos emprender un itinerario alrededor del lago, seguido de unos juegos en un área de picnic y, con suerte, la aparición milagrosa de un alce en el mismo lugar en que lo buscamos ayer. Pero llueve intensamente, así que la actividad se reconvierte en una ayuda a los alumnos suecos que están preparando una performance para la celebración del 250 aniversario del nacimiento de Karl Linné. Algunos de los nuestros dibujan un gran lienzo (parte del decorado) en el que se proyecta la diapositiva de una habitación. Otros pintan un lienzo ya dibujado, mientras que un tercer grupo participa en un ensayo musical.






Una vez finalizada la "tarde Linneo", los alumnos suecos y españoles se dividen en grupos y hablan, hablan y hablan. Algunos tratan de resolver las pruebas de una gymkana que habían preparado los suecos para el día al aire libre, y todos devoran enormes cantidades de hot dogs con varios tipos de salchichas.






Cuando los chicos se van a sus casas, me recibe la directora de Fenix. La entrevista, como no podía ser menos, es absolutamente cordial. Una vez terminada, IngMarie y yo nos vamos a casa, otra vez caminando bajo la lluvia, aunque ahora es poco intensa. Nos espera una velada tranquila: café con bollitos y amena conversación, notas y diario, cena...






Sin embargo, a eso de las 20.30, mientras estamos comentando las noticias de la televisión, oímos un fuerte ruido en el exterior y nos levantamos a mirar: es una granizada que, en un momento, cubre de pedrisco el césped. Poco después cesa, para volver enseguida, pero esta vez en forma de... nieve! Sí, nieve, sí, el 19 de Abril.

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